jueves, 27 de noviembre de 2008

Cometario Felipe Díaz

En cuanto a este texto, no podemos hacer un comentario acerca de la forma en la que fue reseñada, ya que no se encontró reseña, así que se hará una crítica al texto mismo, el cual habla principalmente de dos temas al principio: Los llamados “cyborgs” para luego introducirnos el tema del feminismo socialista.
Por “cyborgs” la autora del texto entiende que son organismos cibernéticos, o sea híbridos entre máquinas y organismos, creaturas de realidad social y al mismo tiempo de ficción (donde por realidad social entendemos que son nuestras relaciones sociales vividas, nuestra construcción política más importante, un mundo cambiante de ficción).
Donde luego introduce el concepto del feminismo, partiendo por decir que los movimientos feministas han ido armando el camino y creando la experiencia de la mujer.
Aquí hay una crítica al orden del texto, o a la manera en que está dispuesto, ya que una vez que se introduce el tema del feminismo, se retoma el tema de los cyborgs, pero sin hacer ningún tipo de relación entre ambos tema, por lo que en un principio el texto sólo genera confusiones, donde además hay que tener en cuenta que la autora se inspiró en el manifiesto comunista para poder escribir este manifiesto Cyborg, en donde se combina la complicado estructuración del texto, con un lenguaje más poético que nada, se dificulta aún más el posible entendimiento del texto.
Para luego empezar de lleno con el tema del feminismo socialista, llevándolo al plano del marxismo y a una eventual comparación, llevando a las mujeres a ser tratadas como el pueblo oprimido, donde se analizan los actos que han tenido las mujeres a través del tiempo, pero al mismo tiempo se estudian las diferencias de los feminismos con lo que hablaba Marx, ya que por ejemplo, MacKinnon decía que el feminismo adoptaba una estrategia analítica diferente del marxismo, fijándose primero, no en la estructura de clases, sino que en la notoria diferencia entre sexo/género y su relación generativa, además de la constitución de los hombres y la apropiación sexual de las mujeres en ciertos temas, con lo que se llega a decir que las mujeres no existe como individuo o sujeto, o sea que ni siquiera se las toma como alienadas con su producto (como era el caso de Marx), ya que no posee su existencia como mujer para la apropiación sexual1
Y como se ve posteriormente en el texto, se sigue ahondando en el tema de la represión femenina y su posterior surgimiento, pero no hay ningún tipo de hilo conector que una las dos ideas presentadas en este capítulo por la autora, ya que luego no se retoma el concepto de cyborg como tal, a no ser que Haraway se refiera a las mujeres como cyborgs, los cuales son mitad organismo y mitad máquina, ya que al principio y en un momento de su historia éstas se encuentran en cierto tipo a disposición de los hombres, quiénes se podría considerar que las reprimen, pero decir eso, sería nada más que crear una conexión, por lo que la autora deja en este manifiesto algunos temas inconexos, a no ser que haya que leer los capítulos previos para poder entender a qué es lo que quiere llegar con este manifiesto.

Comentario Silvana Suerez

Latour parte de la base que el hecho científico es un proceso de creación. Produciendo se una construcción del hecho durante el trabajo concreto del laboratorio, así tiene una forma ya construida. Para esto existe todo una seguidillas de pasos a seguir; un proceso de convencimiento de los participantes a través de una contundente argumentación.
El proceso de hecho científico, se va configurando socialmente, mediante alianzas o negociaciones, durante la construcción de orden los científicos realizan inscripciones que llevan al producto final, que es el trabajo en el mismo laboratorio.
Latour describe los trabajos de Pasteur en siglo XIX, intentando explicar la mistificación de la ciencia, la cual deriva de la idea de los científicos que son capaces de realizar predicciones. Pero el punto principal y fundamental que plantea es el problema de cómo los hecho científicos, se reproducen en los laboratorios. La piedra de tope, es que esté se encuentra frente a una creencia y no una prueba. Por tanto las supuestas predicciones de los científicos sólo se reproducen dentro de las paredes de un laboratorio y no en una extensión más allá de ellas.
Otro punto fundamental es que en el texto todos los casos provienen de contextos sociales diferentes, por tanto, Latour no se percata de que el contexto social es importante pero también lo es, que los resultados de las exploraciones científicas se condicionen a la realidad. Está claro que los trabajos científicos poseen un componente social importante para su desarrollo, pero igual lo es resistir a la contrastación con la realidad.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Comentario Roberto Cantillán

Callon y Latour nos proponen una metodología interdisciplinaria para el estudio de lo social y la comprensión del desarrollo tecnológico. Los dos autores consideran que las innovaciones dependen de un todo orgánico que se va transformando a medida que se transmiten las “declaraciones” que generan las redes sociales.
Partiré comentando la propuesta de Callon en su texto “el proceso de construcción de la sociedad. El estudio de la tecnología como herramienta para el análisis sociológico”; en este texto Callon pretende llevar a cabo una nueva interpretación de la dinámica tecnológica y detalla el trabajo de los ingenieros-sociólogos, como él los denomina, en un contexto especifico en el que se presenta y se intenta desarrollar una gran innovación, el coche eléctrico.
Los ingenieros-sociólogos que participaron en la presentación de esta gran innovación poseían un gran conocimiento de técnicas para el desarrollo de una historia social y tecnológica definida.
Para la presentación de esta proyecto los ingenieros sociólogos hicieron uso de técnicas que se asocian al trabajo de los científicos sociales, ya que intentaron construir y comprender a cabalidad del mundo en el que se desarrollaría su innovación; así sus estudios los llevaron por los ámbitos de la economía, de la física, de la ciencia política, de la sociología, de las matemáticas, etc., rememorando de alguna manera a sus precedo res del renacimiento.
Por esta gran capacidad elogiada por Callon, este se pregunta si acaso ¿no podrían las ciencias sociales, de una manera u otra, hacer uso de las sorprendentes facultades de los ingenieros poseen para concebir y probar los análisis sociológicos, al mismo tiempo que desarrollan sus habilidades técnicas?
(Se presupone entonces que se puede comparar el trabajo de la ingeniería con el trabajo de la sociología profesional)
En la presentación de la gran innovación se genera una pugna por dos partes que intentan imponer sus intereses, por un lado los ingenieros de edf y por otro los ingenieros de Renault, estos basaron sus estudios en los trabajos realizados por dos connotados sociólogos franceses, uno es Touraine y el otro es Bourdieu
La sociología de Touraine enfatiza en la importancia que tiene el conflicto de clases en el funcionamiento de la sociedad y en la producción de su historia, en este sentido Touraine cree que el conflicto central esta entre los tecnócratas y los consumidores. la sociología de Bourdieu no reduce el conflicto a dos clases si no que habla de una multiplicidad de esferas que mantiene relaciones y buscan imponer su poder, la unificación de la sociedad se daría y organizaría en torno a un modelo cultural dominante, el de las clases altas.
Los dos análisis se fundamentaron en el uso de estas dos teorías además de una multiplicidad de técnicas de otros campos.
Callon al igual que Latour habla del actor red y su papel fundamental en la cohesión social y la resultante dominación. Un actor red es, simultáneamente, un actor cuya actividad consiste en entrelazar elementos heterogéneos y una red que es capaz de redefinir y transformar aquello de lo que esta hecha (callón 1981, p 157)
Por su Parte bruno Latour cree que para entender el problema de la dominación debemos alejarnos de la concepción de las relaciones sociales como algo que concierne solo a actores humanos, sino que también tendrían un papel fundamental actores no humanos en el desarrollo de la posibilidad de mantener unidad a la sociedad como totalidad duradera.
Para ejemplificar esto Latour utiliza primero las declaraciones hechas por un dueño de un hotel que busca lograr tener una baja perdida de llaves generando una conciencia en sus clientes al bombardearlos con declaraciones de tipo simbólico que van influyendo en el actuar de los individuos hasta lograr que la mayoría de sus cliente si deje las llaves en conserjería antes de salir. Latour nos dice que las fuerza de una declaración depende en parte de lo que, como primera medida se comunica, y segundo lo que el actor que recibe el mensaje hace con el. Por lo tanto el destino de una declaración estaría en manos de los otros.
Utiliza también la historia de la cámara Kodak para ejemplificar la discontinuidad y desemejanza de las transformaciones ocurridas. Los factores que juegan para variar Una realidad no pesarían por su esencia sino por sus sintagmas que pueden ir Variando continuamente en cada historia. Por lo tanto lo que se necesita para mantener para mantener una realidad es continuar la extensión del sintagma. En Este sintagma descansa la realidad y también donde se generarían repesque varían según los actores que influyen y son parte de esta. En este sentido la dominación no es un capital, sino que debe ser mantenida, reparada, desplegada, etc., la dominación seria un efecto no una causa.
El número y velocidad de los acontecimientos depende por entero de movimientos de alianza y rupturas ejecutadas por los actores, por lo tanto si reconstruyen esos movimientos, es posible también obtener la dimensión de temporalidad, en este sentido la continuidad no es algo drástico, ya que el tiempo como cualquier cosa debe ser construido, no nos es dado. Latour plantea que si se olvida la división entre infraestructura y supra estructura es posible obtener un mayor relativismo y por lo tanto la heterogeneidad de las redes quedaría garantizada

viernes, 21 de noviembre de 2008

Comentario Daniel Espinoza

Tanto Bruno Latour como Michel Callon nos proponen nuevas formas de acercarnos a hechos sociales relevantes para la sociología contemporánea. Latour mediante su sociología de la traducción, nos propone una especie de “etnografía” del laboratorio de Pasteur, y como es posible que los sistemas micro (en su mundo del laboratorio) puedan ser recodificados y llevados al mundo macro. Callon por su parte, mediante su análisis sobre la explotación de las vieiras en los puertos de Francia busca demostrar como se forman nuevas relaciones sociales por medio de los principios otorgados por el conocimiento científico.
En este punto, creo que es necesario señalar que las sociologías que proponen ambos autores tiene un carácter interdisciplinario, por lo que los aportes de otras ciencias serán indispensables para una comprensión más amplia y clara de los sistemas estudiados.
Latour nos otorga los pasos seguidos por Pasteur para poder llevar a cabo sus pretensiones científicas, entre estos destacan:
Atraer el interés de la ciudadanía: Esto lo logra llevando su laboratorio a la granja, captando su interés en el problema social más preponderante de su época, la enfermedad del Ántrax.
Apoyar la posición número 1 en una posición más fuerte: Una vez conseguido un bacilo cultivado, Pasteur se dirige a su laboratorio para hacer una traducción más fiel de los efectos y causas de la enfermedad. “El resultado es que los laboratorios pueden ahora imitar la variación de la virulencia” (1)
Mover y modificar el mundo con la investigación resultante: Pasteur tuvo que pasar del mundo de la microescala a la macroescala y para ello fue necesario una traducción que es entendida comunitariamente como un contrato.
Así, la vacuna artificial creada por Pasteur pasa a transformarse en un nuevo elemento simbólico capaz de generar relaciones sociales entre diferentes grupos, todos estos unidos bajo la confianza del conocimiento experto y/o científico.
Callon nos señala que a pesar de que los actores se vieron involucrados en numerosas incertidumbres “trabajaron incesantemente sobre la sociedad y la naturaleza, definiendo y asociando entidades, para forjar alianzas que solo se confirmaron estables en un lugar y durante un tiempo” (2). Aquí, el conocimiento científico también es crucial para la traducción y resolución del problema tratado. En este caso, la traducción debe ser entendida como un proceso constituido por diversos actores y sistemas.
(1) Latour, B. - Dadme un laboratorio y levantare el mundo.
(2) Callon, M. – Algunos elementos para la sociología de la traducción: la domesticación de las vieiras y los pescadores de la Bahía St. Brieuc.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Reseña Valentina García

Latour, en la introducción del libro, parte haciendo una primera problematización del concepto de “social”, cuando este empieza a tener una significación material. A partir de esto se puede decir que hay dos tipos de significación: el primero es un movimiento en un proceso ensamblado (Latour, 2005, pag. 13) y el segundo es que es algo diferente a cualquier otro material. El autor critica tajantemente este último, y se propone hacer una redefinición de que es lo social a su punto más tradicional y más olvidado por los sociólogos. Pero para esto se debe saber la etimología de Sociología, la que sería “la ciencia de lo social”, pero está en un problema ya que las palabras “ciencia” y “social” han tenido una fuerte transformación por el avance tecnológico, y puesto que la definición de sociedad también es radicalmente transformada por las nuevas conexiones que existen entre actores, aquellas relaciones que ya no pueden ser llamadas simplemente como sociales. Por lo tanto, estas dos palabras han ido cambiando su significado, dejando una importante estabilidad para componer la palabra sociología. Por esto el autor también hace una redefinición de la sociología, la que la compara con un primer enfoque, el que luego es catalogado como “sociología de lo social”, y conjuntamente, la redefinición es llamada “sociología de las asociaciones”. La primera se basa principalmente en que lo social puede explicar a lo social y también explicar todo aquello de otros dominios que no sean sociales, a partir de factores sociales que explican aspectos sociales de cosas no sociales. Por lo tanto lo social puede explicar disciplinas como la del derecho, de la economía, etc. Y por otro lado, la sociología de las asociaciones apunta a un carácter de lo social como un rastreo de asociaciones... un tipo de relación entre cosas que no son sociales en sí mismas (Latour, 2005, pag. 19), como un movimiento muy peculiar de reasociación y reensamblado (Latour, 2005, pag. 21). Este enfoque deja claro que no existe nada detrás de cualquier disciplina, en las que pueden que produzcan sociedad como no. Y las conexiones de las sociedades están en constante movimiento, por la que dejan su carácter estable. Este enfoque tiene un nombre histórico, el que es muy criticado por el autor, pero que se resigna a ocuparlo para todo el trabajo. Este es el nombre de TAR, el que significa teoría del actor-red. Esta disciplina toma su principal ajuste desde la compatibilidad que existe entre objeto con lo social. El rol del no-humano es del actor, por lo tanto, este enfoque trata de entender las relaciones que pueden existir entre no-humanos y todo lo que estos influyen en los procesos sociales que tanto recurren los sociólogos de lo social. Es por esto que, cuando las situaciones que son inciertas rompen con los límites que abarcan las teorías de la sociología de lo social para explicar nuevas asociaciones, es que se acude a la sociología de las asociaciones, ya que esta tiene un plano en el que los objetos son también actores sociales y capaces de hacer y reproducir acciones al igual que los humanos para la sociología de lo social, por lo tanto, al actor social humano se le restituye su carácter de informante. Así mismo la TAR nos plantea que hay que seguir cada innovación que tiene el actor.
No obstante, aunque existan muchas diferencias entre un enfoque y otro, existe una reconciliación de estos dos a partir de que el segundo es una corrección de aquello que el primero cumplió fugazmente.
A partir del capitulo “Tercera fuente de incertidumbre: los objetos también tienen capacidad de agencia” es que Latour nos indica que los sociólogos de lo social tienen una confusión entre la causa y el efecto, y para esto quiere explicar las asimetrías que ocurren en cualquier sociedad. La TAR propone que lo social debe ser explicado, criticando aquellas teorías sociales en las que se decía justamente que lo social explicaba a lo social, refutándolo en que lo social por si solo no explica nada. Por lo tanto, la asociación temporal de lo social, que es de un ensamble colectivo, tiene una corta y fugaz duración de sus conexiones, que produce un cierto caos, y aquí entra la dominación y el poder en la sociología.
Latour habla sobre los objetos, los cuales deben estar en las conexiones entre no humanos y humanos, y no es que su principal rol sea el de que los objetos se explican por sí mismos, sino que son los objetos los que deben asociarse a estas conexiones, por su carácter de acción, para poder así entender aquellos sucesos que no se pueden explicar con teorías de lo social. Es así que, para finalizar, Latour aclara que es imposible realizar un colectivo si es que no existe una limitación entre el mundo de lo social y el mundo de lo material.

Comentario 3 Francisco Sastre

Sin duda el nuevo juego a traducir por parte de Bruno Latour y Michael Callon sobre las incorporaciones al análisis sociológico son bien interpretadas por la reseña y explicadas claramente en el texto. La sumisión al papel del humano en todos los análisis, marca un hincapié a la incorporación para temas como la dominación de poder y evolución social la noción de los no-humanos y el estudio de la tecnología.
Para Callon toma de ejemplo a los ingenieros sociológicos que fueron planteados en la reseña también a la introducción del coche eléctrico en Francia. Las técnicas realizadas, la búsqueda de su universo social, pues recalca la sociedad como consumidores post-industriales, lo cual denota un análisis sociológico que es inculcado a través de la tecnología como factores transformadores del mundo externo. Por lo tanto la interrogante de que a las Ciencias Sociales se integre el uso del análisis de los ingenieros para concebir un análisis total, incluyendo habilidades y técnicas es lo introducido por los autores. Para esto la noción de actor-red es fundamental, donde el actor humano como no-humano son el producto de una serie de redes que lo tienen como resultado a éste. Son mezclas y asociaciones de elementos heterogéneos cuyas identidades y relaciones mutuas son el juego, todos elementos son parte de una cadena.
Para Latour también intenta explicar a través de los actantes no-humanos y contexto tecnológicos las relaciones de poder provocadas exclusivamente por lo social. Los elementos claves se encuentran en la reseña de mi compañero, como la relativización que se provoca a la realidad con los objetos no-humanos que dan un nuevo orden al llamado tejido social, donde los individuos pasan a ser uno en las herramientas, en la cual el trabajo con la tecnología influye en todos. Y que la principal característica del texto referido el resultado de acciones humanas como las no-humanas son parte de un todo que tiene un antes y un después, pero que deben ser concebidas por el momento y lugar donde fueron desarrolladas.
Sin embargo a la reseña colocaría elementos ejemplificadores como la conformación al llegar a esos análisis, del uso de la tecnología, como desarrollar las técnicas del diagrama la cual cae en la elección entre incorporación y excorporación de las cargas para llegar a la declaración de tal acto. Como también elementos que se dan al actor-red para su asociación de electos heterogéneos, como la noción simplificación de éste, como también la manera de las controversias para poder reconocer a los elementos asociados y las yuxtaposiciones que definen las condiciones de operación para als construcciones que se darán por el análisis de los ingenieros.
En conclusión la reseña se enmarca el lo general de ambos autores por llevar la integración de aspectos tecnológicos, no-humanos al análisis sociológico, pues todos somos parte de las cadenas de actores-red que afectan e influyen al conocimiento de nuestro mundo social.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Comentario crítico Claudio Silva

En ambos textos podemos encontrar un intento por desarrollar una sociología de la traducción. Esta debe darse con el fin de derrumbar las diferencias existentes entre laboratorios y el medio social en ele se encuentran situados, significa llevar los estudios micros que ocurren en los laboratorios a una realidad macro. Esto se logra mediante la traducción de lo realizado en el laboratorio a un lenguaje más comprensible por todos y que enrole y aliste a los miembros de la sociedad en general con el objetivo de compartir las mismas expectativas de un proyecto definido.
Para Latour “Aquel que es capaz de traducir los intereses de los demás a su propio lenguaje lleva las de ganar”.[1] Para ambos autores romper las barreras del lenguaje científico y trasladarlas a un lenguaje más común hace posible que la ciencia se convierta en un instrumento para generar cambios sociales.
El enfoque propuesto por ambos autores, me parece bastante útil a la hora de construir “puentes” para que la ciencia realmente tenga un impacto en la vida cotidiana de los individuos, ya que sin la debida traducción del lenguaje técnico de los experimentos realizados en los laboratorios, todo el trabajo realizado en estos no pasaría mas allá de una simple curiosidad y podrían desperdiciarse investigaciones que eventualmente pueden llegar a causar impactos en comunidades asociativas, como es el caso de la comunidad de pescadores nombrada en el texto de Michel Callon.
Otro elemento que encuentro necesario destacar es la insistencia de ambos autores a traspasar la frontera de “microescala” y “macroescala”, esto quiere decir, que para que un trabajo científico tenga peso e influencia a un nivel social, se hace necesario que este traspase las barreras que supone un laboratorio y aplique su conocimiento a niveles “macros”, es decir, afuera de la circunscripción del laboratorio. Como lo señala Latour acerca de la vacuna creada por Pasteur. “Para que la vacuna sea efectiva, tiene que extenderse fuera, en el mundo real de ahí fuera, como dice la gente. Esta es la mejor muestra de lo absurdo de la dicotomía dentro/fuera y de la utilidad de los microestudios de la ciencia para comprender macroproblemas”. [ 2]
De esta manera se hace necesario vislumbrar que la sociología de la ciencia debe dar un paso adelante, como lo plantea Latour, y comprender que el contexto social y el contexto de los laboratorios no funcionan totalmente separados. No hay un “dentro” del laboratorio y un “fuera” del laboratorio, sino mas bien se deben estudiar ambos contextos como uno solo, ya que en palabras del autor “En los estudios de laboratorio, no solo se encontrara la clave para comprensión sociológica de la ciencia, sino también, creo, la clave para una comprensión sociológica de la sociedad misma, porque es en los laboratorios donde se genera la mayor parte de las nuevas fuentes de poder” [3].







[1]Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm.
[2]Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm
[3].Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Reseña Francisco Pichot

Las ciencias sociales y en especial la sociología, históricamente, han dado gran relevancia al actuar del individuo por sobre todos los demás sucesos del mundo social. Esto se ve plasmado tanto en la obra de Parsons como en la de Habermas, quienes aun y cuando rescatan la existencia de un lenguaje simbólico que influye en la acción individual, siguen depositando la importancia de la acción en “lo humano”.
Bruno Latour lleva esta discusión a un nuevo nivel integrando a la comprensión de la dominación y de las relaciones sociales actores no-humanos, siendo estos el resultado de la acción humana directa o indirecta, y que su actuar se enfoca en el bienestar o la simplificación de las labores para los humanos. Para Latour, todos los actores no-humanos son el producto de una trayectoria a-temporal originada en la innovación de ideas pre-existentes, esto lo ejemplifica el autor con el caso de la cámara fotográfica Kodak, la cual se genero sobre la base de la innovación de las placas fotográficas pre-existentes y el perfeccionamiento de la cámara fotográfica en si. Proceso en el que un grupo reducido de personas con conocimientos técnicos específicos intervienen para el beneficio de un grupo mayoritario de la sociedad, de este modo actores no-humanos intervienen en el tejido social y le da nuevas direcciones.
Así, los humanos relativizan la realidad al crear objetos no humanos que son posibles de movilizar y que brindan un nuevo orden al tejido social, aportando a la labor humana. Pero estos actores no-humanos ya no son solo locales, sino que son globales y a-temporales, ya que son comprendidos por todos como herramientas para satisfacer la labor humana. Del mismo modo pierden a ojos del individuo su multiplicidad y se convierten en solo una herramienta, así una cámara fotográfica se desprende de su proceso de fabricación en las manos de una persona y se convierte en una herramienta que altera el actuar del individuo y el entramado de la sociedad. La tecnología que el ser humano es capaz de generar ya no es tecnología aparte del accionar humano, sino que se integra en este y lo altera de modo decisivo. Pero simultáneamente pierde sus características originarias y se vuelve un ente similar al humano, ya que tiene una capacidad de ser reconocido como ente de cambio a nivel global.
Así Latour presenta su tesis principal, donde propone integrar al análisis sociológico de los hechos sociales ya no solo el actuar de los individuos, sino también el actuar de los objetos no-humanos, elementos todos resultantes de la innovación de los humanos a través de la historia y producto de trabajos a-temporales por parte de personas especializadas en los temas y a partir de conocimientos y materias pre-existentes, que se adaptan a las nuevas demandas de los individuos modernos. Ya no somos solo el resultado de acciones humanas, sino también el resultado de acciones no-humanas que al igual que las acciones desarrolladas por individuos, son parte de un todo que tiene un antes y un después, pero que deben ser concebidas por el momento y lugar donde fueron desarrolladas. Así, para Latour, “la “descripción” de las redes socio-técnicas frecuentemente se opone a su “explicación””[1] ya que la descripción ve solo aquello que es presente y no integra el devenir de los objetos no-humanos presentes en esa red. El actor tanto humano como no humano, ya no es en si mismo un agente de cambio, sino el resultado de una red de sucesos que influyen en su comprensión social y en su aplicación social igualmente.
Será en este punto donde Michel Callon introducirá su interés por integrar la tecnología al estudio sociológico, ya que para el la tecnología es transformadora de nuestro mundo externo. Para ello integra a sus postulados el ejemplo de un grupo de ingenieros-sociólogos franceses que integran a la creación de un vehiculo eléctrico tanto el devenir social del país, como los avances tecnológicos que se darán en el tiempo. Mezclando, desde la mirada de Callon, elementos tremendamente disímiles como las demandas sociales por medios de transporte mas ecológicos, con los principios electroquímicos del zinc. Es así que Callon plantea como tesis central que la tecnología debe ser integrada al análisis sociológico, porque de manera indirecta o directa esta profundamente vinculada con el devenir social, ya que concibe la idea del “Actor-Red”, donde tanto el actor humano como no-humano son el producto de una serie de redes que lo tienen como resultado. Es así que el vehiculo eléctrico para Callon es el resultado de una red donde interactúan tanto avances fisicoquímicos inertes con las demandas ecológicas de la población y la búsqueda del ministerio Frances del medioambiente de un medio sustentable de transporte que simultáneamente proteja el ambiente. Esto produce que una serie de actores se vincules aun y cuando sean tremendamente disímiles, en la búsqueda de un cambio en la sociedad para el beneficio de todos.
Con esto, tanto para Callon como para Latour, debemos ser capaces de integrar elementos heterogéneos al análisis de la realidad social, ya que nos encontramos en una era post-industrial donde se da una relación de dominio al mas puro estilo de Touraine, ya que como plasma Callon, “Por un lado existe grandes intereses (enormes corporaciones) que orientan la investigación y por el otro lado encontramos al consumidor, cuyas necesidades son manejadas por los tecnócratas que manejan los grandes intereses”[2], esto enmarca la relación de dominación en posiciones dominador-dominado, que ya no solo deben ser comprendidas en su aspecto meramente humano, sino también en las componentes tecnológicas no-humanas que alteran el quehacer humano y lo facilitan o lo restringen, gracias a las relaciones de poder preponderantes en la sociedad.
De este modo, tanto para Callon como para Latour, la sociología debe ser capaz de actualizar su visión de la sociedad e integrar a ella los aspectos no-humanos que la influyen, ya que todos somos “Actores-Red”, al ser el resultado de una red de sucesos que nos afectan y determinan nuestra forma de actuar y razonar. Especialmente al ser consientes que en esa red de situaciones de las que somos resultados, no solo influyeron humanos, sino también no-humanos.
[1] Latour, B. "La tecnología es la sociedad hecha para que dure". Pag. 139. Domènech, M. & Tirado, F. (eds.). Sociología Simétrica. Barcelona: Gedisa
[2] Callon, M. "El proceso de construcción de la Sociedad. El estudio de la tecnología como herramientas para el análisis sociológico”. Pag. 149 Domènech, M. & Tirado, F. (eds.). Sociología Simétrica. Barcelona: Gedisa

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cometario Vanessa Orrego

La tesis de Butler acerca del género, el sexo y la sexualidad como actos preformativos resulta intrínsecamente llamativa, precisamente porque el documento explicita la deconstrucción de la diferencia entre naturaleza y cultura, a partir de un discurso posestructuralista que rescata el carácter falocéntrico de la misma diferencia como premisa, la heterosexualidad como un hecho político, y el papel articulador y preformativo de la acción (reiterada) como construcción y reproducción de las formas socio-culturales e históricas.
Sin embargo, aún a costa de la apertura crítica que ofrece para mirar incluso la diferencia entre las ciencias naturales e interpretativas discutidas al interior de la sociología, me parece que en el texto “El género en disputa” se encuentra presente una suerte de olvido y/o silencio. Es así como propongo que, mientras Bulter desarrolla su tesis sobre la dominación “naturalista” que recae sobre el género, el sexo y la sexualidad; se presenta un movimiento que tiende a exhibir como principal (e incluso único) artífice de la misma al hombre, ya sea en su forma particular o general.
El capitulo mismo abre con una pequeña presentación de la teoría lacaniana, y aún cuando ello se hace especialmente para mostrar las incongruencias que nuestra la tesis de Kristeva, me parece que este mismo movimiento muestra una cierta complacencia de la autora con el psicoanálisis. Bulter no crítica la imagen del Padre castrador como fuente inaugural de la sociedad, del lenguaje y ser humano; aún cuando puede perfectamente hacerlo pues ella misma ofrece una reseña de la teoría para degustación del lector, contrariamente pareciera preferir dedicar tiempo al análisis de la obra de Kristeva, quien no habría sabido realizar una apropiación crítica de Lacan. Pero, ¿y ella?. ¿Cuál es su opinión acerca del “malestar en la cultura”, como fue definido por Freud?. Estando implícito su oposición al estructuralismo francés, éste parece emerger más bien, dentro de esta lógica, como un ataque a su extremo universalismo esencialista; y no directamente con su contenido, no por lo menos cuando éste historiza.
En el texto quedan, entonces, un conjunto de interrogantes por responder. ¿Cuál es el papel que tiene la mujer en la naturalización de los discursos sobre el género, sexo y sexualidad?. Si dejamos de lado toda consideración de la misma como un ser pasivo, tal y como Butler formula en el libro, ¿no es, entonces, necesario clarificar el rol que ella cumple en los procesos sociales de naturalización y dominación?. Mientras el papel subversivo del feminismo emerge cada ciertos tramos en la narración de la autora, el rol que tienen las mujeres en el origen mismo y la reproducción del orden social queda en silencio y olvido, y el hombre surge como el principal (sino el único) artífice.
Al respecto, me parece, por ejemplo, interesante la propuesta que Bourdieau ofrece acerca de la dominación masculina, en la cual, según él explica, la mujer juega un importante rol en la medida que como ofrece su sumisión como subordinada y reproduce las formas sociales. Por otro lado, creo que hubiese sido interesante conocer la mirada crítica al psicoanálisis que Butler reconoce en falta cuando refiere a Kristeva, con especial consideración de la lectura que Erick Fromm desarrolló del Complejo de Edipo y el análisis que Lacan hace de la dinámica del amo y el esclavo (independiente de su anclaje en una de las estructuras clínicas), haciendo con ello un posible vinculación con el mismo Bourdeau. De ambas maneras, me parece que el “olvido” del papel que tiene la mujer en el origen y mantención de status quo, no sólo deja de ser tal, sino también implica una vuelta crítica a sus propias propuestas donde lo subversivo adquiere otros matices.

martes, 4 de noviembre de 2008

Comentario Roberto Cantillán

“Modernidad y ambivalencia” (Zigmunt Bauman).
En el capitulo leído Bauman se refiere a la ambivalencia, como “la posibilidad de referir un objeto o suceso a mas de una categoría”.
Sin duda el lenguaje irrumpe como necesidad ante el caos de la naturaleza y la necesidad de esquematizar e integrar a nuestra lógica esta naturaleza incontrolable y salvaje.
El origen de nuestro conocimiento que pretende falazmente conocer la verdad, nace de las intrínsecas relaciones de poder que manifiestamente se ponen en juego en la naturaleza misma, y las convenciones y arbitrariedades que surgen de este lenguaje necesario ante la necesidad de preservación, ante la necesidad de vivir en sociedad.
Las verdades que dominan el mundo y conocimiento son las que legitiman el lenguaje mismo de una sociedad determinada y las que dominan a la otras, en este sentido y ante la constante inseguridad nuestro lenguaje, que es el que condiciona nuestra interacción y comprensión del entorno es casi siempre vulgar, ya que la necesidad de comunicación es urgente, y tendemos a reducir nuestra cotidianidad y cultura, haciendo de la diversidad y diferencia, tan humana como natural, algo muy lejano en la actual modernidad y su cosmovisión del mundo.
(Este análisis puedo hacerlo luego de leer el capitulo de Bauman y comprarlo con lecturas que generalmente pueden ser llamadas postmodernas. Me pareció acertado hacerlo para también tratar de asociar el análisis de bauman y las críticas a la modernidad).
La clasificación que se intenta hacer por medio del lenguaje para la comprensión de nuestro espacio natural, según bauman, tiene la finalidad de prevenir la ambivalencia.
La modernidad en este sentido puede intentar reducir la ambivalencia, solo reducirla, ya que la ambivalencia es algo que se da en el intento mismo de reducir la diferencia, de reducir el caos que nos rodea, a categorías, por medio del lenguaje,
La modernidad y el lenguaje son la expresión misma de la necesidad de orden, de comunicación, de seguridad, de confianza y expectativas, ya que nuestro vida transcurre linealmente, con miradas hacían el pasado y el futuro, se vive en la mentira, mentiras que nacen de metáforas por las que conocemos la realidad, y en base esa lógica de conocimiento se nos olvida el presente, la inmediatez, la experiencia, y eso mismo es lo que hace la tecnología en al modernidad, ya que su fin es privarnos de la experiencia, de la sensación., en resumen cosificar el mundo.
Siguiendo lo anterior el orden mismo y la ambivalencia, así como la mentira y la verdad, tienen un mismo origen, el interés que hay detrás. En este sentido el interés que hay detrás de la modernidad de combatir el caos es la genera la misma ambivalencia, al sustentarse su validez en convenciones y arbitrariedades.
Los problemas hermenéuticos nacen de la misma ambivalencia, los conflictos territoriales por ejemplo son producto del poco entendimiento entre las personas; (la confusión), de la vulgar y sencilla comprensión que tenemos unos de otros, de la casi nula empatia que tienen por ejemplo las culturas “oficiales” de las diferencias que nos caracterizan.
En este sentido la ambivalencia y el orden. El miedo al caos y la cosificación del mundo para hacer de este un mundo reducido y unido, son productos de la misma modernidad, del miedo al caos y a la naturaleza, se podría decir de las mismas predisposiciones naturales de nuestra existencia.