lunes, 17 de noviembre de 2008

Comentario crítico Claudio Silva

En ambos textos podemos encontrar un intento por desarrollar una sociología de la traducción. Esta debe darse con el fin de derrumbar las diferencias existentes entre laboratorios y el medio social en ele se encuentran situados, significa llevar los estudios micros que ocurren en los laboratorios a una realidad macro. Esto se logra mediante la traducción de lo realizado en el laboratorio a un lenguaje más comprensible por todos y que enrole y aliste a los miembros de la sociedad en general con el objetivo de compartir las mismas expectativas de un proyecto definido.
Para Latour “Aquel que es capaz de traducir los intereses de los demás a su propio lenguaje lleva las de ganar”.[1] Para ambos autores romper las barreras del lenguaje científico y trasladarlas a un lenguaje más común hace posible que la ciencia se convierta en un instrumento para generar cambios sociales.
El enfoque propuesto por ambos autores, me parece bastante útil a la hora de construir “puentes” para que la ciencia realmente tenga un impacto en la vida cotidiana de los individuos, ya que sin la debida traducción del lenguaje técnico de los experimentos realizados en los laboratorios, todo el trabajo realizado en estos no pasaría mas allá de una simple curiosidad y podrían desperdiciarse investigaciones que eventualmente pueden llegar a causar impactos en comunidades asociativas, como es el caso de la comunidad de pescadores nombrada en el texto de Michel Callon.
Otro elemento que encuentro necesario destacar es la insistencia de ambos autores a traspasar la frontera de “microescala” y “macroescala”, esto quiere decir, que para que un trabajo científico tenga peso e influencia a un nivel social, se hace necesario que este traspase las barreras que supone un laboratorio y aplique su conocimiento a niveles “macros”, es decir, afuera de la circunscripción del laboratorio. Como lo señala Latour acerca de la vacuna creada por Pasteur. “Para que la vacuna sea efectiva, tiene que extenderse fuera, en el mundo real de ahí fuera, como dice la gente. Esta es la mejor muestra de lo absurdo de la dicotomía dentro/fuera y de la utilidad de los microestudios de la ciencia para comprender macroproblemas”. [ 2]
De esta manera se hace necesario vislumbrar que la sociología de la ciencia debe dar un paso adelante, como lo plantea Latour, y comprender que el contexto social y el contexto de los laboratorios no funcionan totalmente separados. No hay un “dentro” del laboratorio y un “fuera” del laboratorio, sino mas bien se deben estudiar ambos contextos como uno solo, ya que en palabras del autor “En los estudios de laboratorio, no solo se encontrara la clave para comprensión sociológica de la ciencia, sino también, creo, la clave para una comprensión sociológica de la sociedad misma, porque es en los laboratorios donde se genera la mayor parte de las nuevas fuentes de poder” [3].







[1]Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm.
[2]Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm
[3].Latour, B. – Dadme un laboratorio y levantare el mundo. http://www.oei.es/salactsi/latour.htm

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